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Mensaje por Violette H. Ackerley Vie Ene 06, 2012 3:40 am





Violette H. Ackerley


No, ya lo veis. Nunca se ha enamorado de nadie, porque realmente, no sabe que es el amor, ni el cariño, ni la amistad, ni la pureza, ni ninguna de esas cosas. Si se ha fijado en chicos, sí, un millón de veces. Si he ha aprovechado de alguna de ellos, no, porque no quiere y además, ella no es tan retorcida para hacer algo tan horrible. Si alguna vez ha sentido algo…jamás. Nunca ha sentido mariposas en el estómago, ni ha notado que su corazón iba a mil por hora, ni ha perdido el apetito, vamos, nada de eso. Es más, si le preguntarais, que es el amor, ella no sabría que responderos e incluso, sus mejillas se tornarían de un color algo más saludable. Duda que pueda enamorarse y formar una familia, lo duda por encima de todas las cosas del mundo.




Datos Generales


Nombre Completo:
Violette Hecatë.
Apellidos:
Ackerley Brocklehurst.
Fecha de Nacimiento:
27/2/2006.
Edad:
Dieciséis años.
Curso:
Sexto Curso.
Casa:
Ravenclaw.
Raza:
Humana.
Ocupación:
Estudiante del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Orientación Sexual:
Heterosexual, rígida.
Varita:
Madera de castaño, nervio de dragón, veintitrés centímetros y medio, frágil. Perfecta para hechizos y conjuros protectores, aparte de ser buena para Encantamientos.
Mascota:
Una gata negra, con unos bellos ojos color esmeralda llamada ''Hazzel''. La suele seguir a todas partes.




Datos Físicos


Altura:
1'65 m's.
Peso:
55 kg's.
Color de cabello y estilo:
Castaño oscuro, aunque con el tiempo se le ha ido aclarando. Le llega por un poco más de los hombros, muchas veces se lo suele rizar o simplemente se lo deja liso, tal y como es.
Color de ojos:
Marrones, de una tonalidad parecida al chocolate y al café.
Tipo de piel:
Pálida y tersa. Con pequeñas pecas rodándole la cara y algunos pocos lunares en el cuerpo.
Marcas de nacimiento:
Una extraña mancha de nacimiento en su abdomen, que tiene forma de libélula.
Cicatrices:
Una cicatriz larga y algo profunda que todavía esta en proceso cicatrizar, en su espalda. Fue provocada por su padre, en unos de sus arranques de furia, cuando ella tan solo tenía nueve años.
Descripción física:

Violette, ha sufrido una serie de cambios y transformaciones en su cuerpo, que le han ido remodelando con el paso de los años hasta convertirle, en lo que es. Desde ser una niña con algunos moratones y algo raquítica, a ser la mujer (o jovencita) en la que se convirtió ahora. Debido a su metabolismo y a las veces que ha estado sin comer, pude aguantar más de dos o tres días sin probar bocado, eso sí, siempre lleva una botella de plástico con agua que siempre intenta rellenar.

Es una persona de complexión delgada y rasgos caucásicos, a pesar de que no tiene mucha fuerza, es muy hábil con las manos y rápida con los pies (habilidades que ha ido adquiriendo con el paso del tiempo). Podríamos decir, que aproximadamente mide 1’65 cm’s, una altura que no está nada mal viendo su edad y las condiciones de vida que ha pasado. Sus brazos son totalmente finos, parecidos a una lámina de papel, sus hombros son estrechos y antes en algunas ocasiones, se le podían ver la marca de sus huesos. Posee una piel de un tono blanquecino, con algunas pecas (que ella detesta, ya que dice que le afea el rostro) por sus mejillas que suelen ser más visibles en verano. Violette tiene el pelo rubio oscuro, tirando a castaño. Ondulado, aunque a veces se lo suele alisar o rizar, depende le venga el día, o dejárselo tal y como lo tiene. De rostro fino y rasgos delicados, siempre camina con una postura elegante y, no se puede negar que es atractiva. Labios carnosos. Nariz respingona y graciosa. Ojos castaños, y ella suele decir que del chocolate más rico que existe, porque a decir verdad, tiene los ojos del mismo color que ese chocolate.

Violette es sencilla. No le gusta ir cargada con accesorios y complementos inútiles. Tiene esa antigua mentalidad de que llevar lo justo, es lo mejor. Por eso, rara vez podrás verla cargada de joyas o de trajes de última gala (más que nada porque raramente se los pone, ya que no asiste a muchos actos de alta sociedad ni tiene el dinero para permitirse esos lujos) Eso sí, como cualquier chica, le gusta la moda. Puede que alguna que otra vez, se encuentre ojeando alguna revistilla de ''Corazón de Bruja'' (a pesar de que a veces la propia revista es estúpida y inmoral), para mirar las últimas tendencias del mercado. A pesar de no tener un guardaropa enorme, tampoco es que le importe, Violette no se queja. Sus atuendos diarios, los que se pone cuando no debe llevar la capa y el uniforme correspondiente, están compuestos por vaqueros, camisetas y camisas de distintos tipos y como no, deportivas informales. Le encantan las gamas de colores claros aunque también, suele llevar alguna que otra prenda de color oscuro. Normalmente, se la suele ver vestida con colores beige's y algunos que otros azules o blancos marfil.



Datos Psicológicos


Gustos&Hobbies:
•El color azul y plateado, símbolos de su casa.
•La ropa muggle.
•Leer una buena novela policíaca o de misterio.
•El arte abstracto.
•El piano es su más amado pasatiempo.
•La exploración de rincones inhóspitos.
•Escribir. Cualquier cosa, da igual lo que sea...Tan solo necesita escribir para sentirse llena consigo misma.
•Los perros. Sí, adora a esos bichos peludos de cuatro patas que te están babeando siempre encima y se te tiran a ti a la mínima de cambio. De hecho, ha conseguido ‘’domesticar’’ a su manera, a algunos.
•Las tartas de manzana y una buena jarra de Cerveza de Mantequilla.
•La música Rock & Rock Alternativo. La adora, sus grupos preferidos son: Nirvana, Franz Ferdinand, The Cure, The Afters y Poets Of The Fall.
•La risa de su ría, piensa que es dulce aunque no se lo haya dicho.
•El Quidditch, simplemente verlo, jugarlo nunca.
•Historia de la Magia. Puede que para muchos sea un asignatura terriblemente aburrida...pero a ella le encanta.
Fobias&Miedos
•Decepcionar a su tía Paulette.
•Siempre lo ha negado, y en parte es ridículo, pero siente miedo hacia las alturas.
•Es algo claustrofóbica a los espacios cerrados y pequeños.
•Tiene miedo de la oscuridad.
•Que alguien comience a atosigarla con innumerables preguntas sobre ella, su familia o su pasado.
•Las reprimendas y quejas de su padre.
Disgustos:
•Saber que su tía ha tenido que aguantar las acusaciones y comentarios de la gente tras su adopción.
•La discriminación ante los mestizos e hijos de muggles, no lo demuestra pero lo piensa.
•No le gusta la gente que manda sobre las personas. ELLA es quien toma sus decisiones sobre todo.
•El continuo rechazo que siente hacía ella misma.
•Que le juzguen solo por la apariencia.
•Las personas totalmente ignorantes y reacias a entender los problemas y la educación.
•Que alguien le quite su honor como persona.
•Quedarse en blanco en plena clase y hacer el ridículo.
Manías:
•Morderse el labio inferior cuando en un intento de no reírse.
•Soltar bostezos cuando algo le parece demasiado aburrido.
•Chasquear la lengua cuando están hablando de temas incómodos o algo que le molesta.
•Suele alzar las cejas en signo de sorpresa o ironía.
•Fruncir el ceño cuando, cuando le dicen las cosas sin sentido aparente.
•Siempre mira por encima del hombro a los demás.
•En ocasiones tiende a ser demasiado sarcástica y fría con la gente.
•Patalear, para tratar de acordarse de su frase.
Virtudes
•Es una persona en la que se puede confiar, (tan solo si eres un gran alegado suyo), y siempre intentara darte un buen consejo.
•Aunque da esos aires de sarcasmo y frialdad, en realidad es una buena persona que simplemente ha sufrido mucho.
•Cuando esta con alguien, es sumamente tierna y protectora, intenta ser lo más romántica posible y siempre querra hacer feliz a ala otra persona que tiene a su lado.
•No suele sonreir, porque nunca a tenido motivo para hacerlo, pero cuando lo hace se nota que tiene una sonrisa bonita.
Defectos:
•En ocasiones tiende a ser demasiado pesimista sobre su futuro y su futura carrera.
•No es reacia a hacer nuevas amistades, pero esto le cuesta bastante y las mayorías de las veces acaba mal.
•No cree en los cuentos, ni en los finales felices, ya que ella nunca tuvo nada de eso. Antes era algo más soñadora pero eso sido ha ido apagando.
•Cuando quiere puede llegar a ser una persona muy hiriente y con una lengua muy venenosa, no hay mucha gente que se pueda escapar de sus contestaciones.
•Su introversión y timidez le juegan malas pasadas.
Descripción psicológica:


-Eh, tú, ¿quién es esa?
-Ah, pues...creo que es Violette.
-¿Violette? No me suena para nada, ni siquiera creo haberla visto por la sala común.
-Ya, la chica precisamente no es muy social que digamos. Una vez le pregunte si me dejaba la traducción de las piedras para Runas Mágicas e hizo como si no me hubiese escuchado. Pff, no pierdas el tiempo.
-¿En serio? Vaya, pues parece interesante.
-Ya, créeme, Historia De La Magia es mucho más interesante que ese intento de fantasma.


¿Qué decir de ella?

La chica que debió nacer con alma de muñeca y mente de princesa en vez de ser tratada como una simple muñeca de trapo a la que era fácil manipular y atormentar. La que debió haber tenido un hogar digno, seguro, confortante y cálido, como Dios manda. La que debió disfrutar de su niñez como cualquier niño normal y corriente. Sin embargo, nada de eso paso y quedo condenada a lo más bajo, lo más bruto, lo más horrible, lo peor que puede llegar a vivir un ser humano. Sí, como os lo cuento. Violette fue la chica que debía sonreír a todas horas del día y ocultaba aquellos golpes producidos por el imbécil de su padre con ropas siempre anchas y largas, alegando que todo era culpa suya. La que debía llevar todos los quehaceres de la casa y tenía que cuidar de esconder el alcohol a su padre, para que así este no se emborrachara y la pegara una y otra vez, como hacía siempre que tenía ocasión. La que debía mentir a los profesores para indicarles que no pasaba nada en aquella casa alejada de la mano de Dios. La que debía aguantar las burlas de los niños y niñas porque ser la hija de cuya madre había decidido largarse al otro ''lado'' por la vía rápida.

Esa era y sigue siendo. Un alma atormentada.

Ahora espera, no creas que he terminado. Te la podría definir de todas las maneras posibles, con un millón de palabras, con millones de gestos, con millones de ideas, con millones de distintos significados, con millones de paradigmas. Aunque estoy segura, de que me faltaría algo. Sí chicos, un ingrediente X...Quizás no podría realmente decirte como es ella, porque en verdad es algo muy complicado.

Es simple y a la vez complicada. Es simple, porque como cualquier ser, tiene sueños, pensamientos, ideas, anhelos, se relaciona (aunque a veces ni lo intenta), quiere, y quiere ser amada, se nutre, se desespera…Pero por otro lado, la chica es un manojo de contraposiciones, ya que realmente, ni ella sabe lo que es (mejor dicho, no lo quiere aceptar). Para empezar, es algo más que la chica que sale a correr todos los días a las seis en punto de la mañana, da igual que está nevando, que llueva o que granice, ella siempre estará corriendo para disipar su mente y su corazón. Es algo más que la chica que puedes ver casi todos los días en las clases, justo a tu lado, tomando apuntes y moviendo la pluma de un lado a otro como una loca, aprendiendo con ansia, con emoción, con desparpajo, porque simplemente adora estudiar e intentará hacer siempre sus deberes y lograr sus calificaciones de la mejor manera posible...ella se esforzará, tenlo por seguro. Es algo más que la niña de ojos marrones y mirada inquieta que suele perseguir tu mente por unos segundos y después, desaparecer como un leve recuerdo. Es, es...

Es algo más, de verdad.

-¡No, no y no! ¡No es así! ¿O es que eres tan estúpida que no sabes hacer un plato tan simple? Parece mentira, tu estúpida madre sabría hacerlo en cuestión de segundos. Vuelve ha repetirlo, y que yo te vea. ¡Vamos, no quiere perder más tiempo! Maldita mocosa...

Perfección, ser perfecta.

Una bella palabra, ¿no pensáis? Con toda una serie de implicaciones y reglas, reglas que debes hacer si de verdad quieres llegar a esa meta y conseguir todo lo que te propones. Y sobre todo, cuando lo que te propones es que te quieran y te aprecien, pero... ¿Quien no iba a querer eso? Violette siempre lo ansió, en todo su ser, fue algo que ocupo su mente desde siempre y le hacía querer ser la mejor en todas las ocasiones que se le presentaban. Era algo que le habían inculcado y metido desde que tenía uso de razón, ya era imposible escapar de ello, de ese requerimiento. Desde que su padre decidió educarla por separado Violette ha sido una muñeca de trapo con la que era fácil jugar y exprimir. Si alguien le decía u ordenaba algo, aquello iba a misa, se cumplía. No replicaba, no contestaba, no discutía, no opinaba, simplemente asentía y hacía lo que le pedía como una buena chica. En su foro interno siempre pensaba que si hacía todo aquello, estaría contento y le sonreiría y le diría cosas bonitas y en parte, funciono, a veces funcionaba.

-Ehm, esto, Ackerley. ¿Podrías decirme cuando es el límite de fecha tope para entregar el trabajo sobre los Hipogrifos? Es que no me acuerdo si era este Lunes o el siguiente...
-...
-¡Eh! ¡Que te estoy hablando! ¿Hola? ¿Hay alguien?
-...¿Qué? Oh, disculpa, no te estaba oyendo.


Despistada. Si, creo que todos lo hemos podido percibir a la mínima vista. Violette casi siempre anda perdida por los recovecos de su mente, pensando en centenares de cosa que para mucha gente, suelen ser estupideces. Muchas veces tarda en volver al ''mundo real'', quedándose algo trastocada. De carácter débil, oculta ese rasgo mostrándose fria y distante aunque tiene miedo de mostrar sus sentimientos a los demás. Sin embargo no es tonta, ni mucho menos. Es inteligente y aplicada cuando le viene en gana, es decir, en temas que puedan interesarle como la historia, los idiomas y pocas cosas más... Es impaciente hasta el extremo y le molesta tomarse las cosas con calma, no es fácil estresarla, tiene mucha capacidad para realizar muchas tareas en poco tiempo y ello es de las pocas cosas que la reconfortan de su persona. Tiene una gran memoria y de por si es una persona muy, pero que muy curiosa. Claro que nunca hay que olvidar que a veces, no es bueno ser tan...curioso. Porque puedes tener problemas, muchos y más con tantos secretos.

-¿La has visto? Yo no sé como se atreve a llevar eso de verdad, parece de la temporada pasada...
-Y que lo digas, que horterada.
-Sí, si, si. Vamos, tiene el sentido de la moda perdido.
-...¿Habéis acabado ya? ¿O queréis que os traiga un cafelito con pastas? Víboras.


Impasible, sí, así es en un principio. Es a veces como una estatua de piedra, no siente, no muestra, no reacciona. Vamos, que podría pasar por una de esas estatuas abandonadas y poco cuidadas que todavía quedan por la ciudad. Su apariencia de tranquilidad e indiferencia engaña a todos ya que en realidad, la chica siempre está pendiente de todo y de todos los que le rodean. Muchas veces, sus comentarios son algo sarcásticos e irónicos, y otras veces, lo dice con toda la tranquilidad del mundo. No socializa con nadie pues a parte de no saber hacerlo, reitera el hecho de que puedan herirla. Así que siempre esta cabizbaja, demasiado ocupada para prestar atención a la vida real y sus acontecimientos pero jamás a la historia y trama de un buen libro. En conclusión, solo es una chica incomprendida que se oculta tras un rostro malévolo y distante.

-Oye, creo que tú y yo haríamos buena pareja. ¿Te apetece venir conmigo a la fiesta que celebran en el Bar de Hielo? He oído que habrá Whisky de Fuego y algún que otro...
-No lo creo y no, gracias.
-¿Por qué? Joder, venga ya. Lo que pasa es que eres una jodida estrecha Ackerley.
-Sí, será eso. O también será que tu eres un completo gilipollas y sé que quieres emborracharme para así tirarte encima mía como lo hacen las iguanas, ¿quieres que siga? ¿O es suficiente?


Le cuesta enamorarse de una persona, a lo largo de su vida a aprendido a diferenciar entre quien le ''gusta'' y quien ''ama'', ella sabe que amará a alguien, no lo querrá, si de verdad se queda prendada de ella. Ella suele entregarse entera a los demás, y muchas veces a terminado mal por ello. Pero Violett es así, siempre totalmente cambiante, puede recibirte con una sonrisa abierta o con unos ojos atentos y tímidos. Es una muchacha que da la sensación de ser alguien delicado y pequeño, alguien del que tu propio cuerpo te pide y ansia proteger, aunque ella es un revoltijo de emociones y un autentico trasto.

-¡Violette! ¡Espera!
-Ah, hola Dilson...¿Vienes por este camino?
-Sí, me he dicho: ¡Mira, pero si es Ackerley! Y bueno, espero que no te importe ya sé que tú no eres muy...
-No, no, no. Me alegro de que vinieras, gracias.


Ella... es así de natural. Si se siente contenta, será una bomba de risas, de ojos brillantes y energía; pero si está triste, no puede evitar sumirse en lo más hondo de su corazón, en la más bruta amargura y soledad. No le gustan las peleas, ni meterse en ellas pero si alguno de sus amigos esta en líos no dudara en sacar uñas y dientes para defenderlos. Es alguien muy independiente, donde toda su vida gira en torno a su cabeza, su mente... y su pensamientos. A veces esta embambia y tarda un poco en volver a la realidad, al mundo donde pertenece. Ella sabe y acepta que tiene diferentes personalidades, y siempre su pensamiento está en continuo movimiento pensando en las personas que le importan. En su círculo de confianza, en cambio, se muestra más cercana y cálida, llegando a ser una bromista con tal de ver que sus amigos se rían con ella… o de ella, siempre y cuando sea desde el respeto.

Datos Históricos


Familia:
STEWART B. ACKERLEY
45 AÑOS;EX-CARCELARIO; INGLESA; LONDRES; MUGGLE;
Tuvieron una buena relación, no la mejor de todas pero al menos llegaba a leves sonrisas y abrazos por partes de ambos. Todo cambio cuando el fue despedido de su trabajo por haber estado infiltrando información a personas de otra empresa y cuando Mandy le confesó que en realidad era una bruja y que posiblemente Violette también lo fuera, ahí fue donde desato una horrible bestia y demonio por partes iguales. Violette se alejaba de él en cuanto tenía la más mínima ocasión, sin embargo su madre no tuvo la misma suerte. Desde que salió de la carcel, ha estado intentando ponerse en contacto con Violette a partir de cartas e intentando encontrar su localización, pero ella insiste en pasar de él.

MANDY C. ACKERLEY BROCKLEHURST
FALLECIDA; TRABAJADORA DEL MINISTERIO; INGLESA; BRISTOL; MAGA;
Lo fue TODO para ella. ¿Pero como no iba a serlo? Era lo que más quería en todo el mundo. Ella le enseño todo a su hija, pintar, hablar, reír, sonreír... y como no, le enseño que era especial que otros niños, que tenía algo mágico en su interior. Mandy siempre estuvo atenta a cada paso, mejora y sonrisa de Violette, odiaba perder cualquier cosa que hacía su añorada niña. Poco a poco se fue debilitando por los maltratos de su marido, haciendo que su viveza, desapareciera. Cuando ella se fue, dejo un gran vació hasta ahora incurable en el pequeño y frágil corazón de ella.

PAULETTE R. BROCKLEHURST
37 AÑOS; SANADORA; INGLESA; FAIRFAX; MAGA;
Una persona totalmente dulce, agradable y risueña. Es imposible no querer a esta mujer y sobre todo y menos aún, cuando es el vivo retrato de otro ser muy querido. Para Violette, su tía Paulette es algo maravilloso y magnifico y es una de las pocas razones por la que puede sonreír en ciertas ocasiones. La quiere y cuida con toda su alma, ya que a veces su tía es peor que ella en cuanto ocasiones de despiste.

Historia:

Todo el mundo cree en los finales de cuento de hadas. De princesas que salvan al príncipe de las garras del dragón que los custodia (¿o era al revés?) y que después lo llevan a su enorme castillo para vivir felices y comer perdices. Con trajes de luces, adornos por doquier, un completo show. En la actualidad, el mundo vive en la hipocresía, en la mentira, en el dolor, en la amargura... Y es quizás por eso, por lo que los cuentos de hadas suelen ser muy poco frecuentes. La verdad, es que esta historia parece más un Thriller que otra cosa, pero bueno, la vida es así.

-¡Me das asco!
-Stewart, habla más flojo que Violette se acaba de...
-¡Me importa una mierda lo que haya hecho! ¡Te he dicho que no me toques!
-Pe-pero...
-¡Que te calles zorra! ¡Todo esto es por vuestra culpa! ¡Maldito el día que te conocí! ¡Monstruo!


Sí. Así fue como el matrimonio Ackerley empezó a tener un declive de caída en picado. Ya no era el matrimonio unido, feliz y glorioso que había sido años antes y que desprendía amor por casi todos los poros del cuerpo. Ahora eran todos gritos, golpes, sollozos apagados, insultos, maltrato. Pero nadie decía nada, nadie mostraba interés en aquella pobre mujer que sufría injustamente por la depresión de su marido y su incontrolada ira, nadie mostraba interés en que la pequeña Violette que era demasiado joven para entender todas aquellas acciones escalofriantes que veía a escondidas detrás de la puerta de su habitación todas las noches antes de irse a dormir. Mandy casi siempre guardaba las apariencias. ¿Qué le daba un puñetazo? No pasa nada, se tapaba la herida cuidadosamente con maquillaje y ya esta, tomándose también alguna que otra poción vigorizante. ¿Qué la insultaba? Sabía que su pobre marido estaba pasando un mal momento y tenía que apoyarle, era comprensible que estuviera así después de no haberle dicho que era una bruja y que posiblemente Violette, hubiera heredado características mágicas, no pasaba nada si descargaba su rabia contra ella. Infeliz, así vivía. Fiona se engañaba a si misma, quizás en alguna parte de su ser, sabía que las cosas nunca iban a cambiar. Pero debía aguantar, por ella, por Violette. Porque si ella se iba...¿qué le pasaría a su dulce angelito? Y no sé atrevía a pedir el divorcio, por miedo a que Roderick se enfadará y decidiera llevarse a Violette, para siempre, lejos de ella.

-Violette...cielo, ¿te gustaría participar en la actuación especial de Navidad? Había pensado que podrías hacer de ángel.
-¿Yo? ¿De verás un ángel?
-¡Claro que sí cielo! De hecho, te haremos un vestidito y te pondremos alas y todo. Ya verás lo orgullosos que estarán tus papás de ti.


Así fue como de manera ''mágica'', Violette conoció el teatro y tiempo después, se quedo prendada de él. Fue extraño, la niña empezo a cogerle interés, es más, se repasaba todos los días, día o noche, en el cama o en la bañera, sus tres cortas pero bonitas frases que iba a decir después en la obra. Para ella, aquello era un gran deber y una gran alabanza, ¡decirle que podría ser un ángel! ¡Como los que había en el cielo! Simplemente, le resultaba fascinante. Mandy, quedo encantada de que Violette empezará a coger aptitudes y se ilusionará con aquellas cosas. En parte era porque cuando la llevaba a los ensayos de la obra, la niña no era consciente que de después de dejarla, volvía a casa y recibía las ametralladoras palabras de Stewart, castigándole por meterle estúpidos pájaros en la cabeza a Violette. Días después, llego el ansiado día de la obra. La pequeña aquel día estaba nerviosísima, no paraba moverse de un día para otro, repitiendo las palabras una y otra vez para que no se le olvidasen, ya que en su foro interno pensaba que diría una tontería y todos los demás niños y padres que estuvieran allí, se reirían de ella. Pero sin embargo, todo marcho bien, todo fue esplendido. Aquel día, Violette iba con un traje de color perla y unas hermosisimas alas blancas, destacando por encima de los demás niños. Y fue ahí, cuando terminó la obra, cuando oyó los aplausos, los silbidos gloriosos y sobre todo, cuando vió a su madre en primera fila, pendiente de ella en cada momento y con una sonrisa en los labios...supo que simplemente, era feliz. De tan contestaba que estaba, no fue consciente de que con su ilusión y energías había hecho que el pequeño y reducido salón de actos vibrará con diferentes colores y formas, los cuales se posaban en los espectadores. La gente de adentro pensó que eso se trataba de parte de la función y que todo aquello, lo habían provocado los focos jugando con las luces y distintos artilugios. No sé que más podría deciros de aquel día, que desde luego fue uno de los mejores de su vida. Sin embargo, las cosas iban a cambiar por desgracia drasticamente.

-Mamá, tengo miedo.
-Yo también tesoro, yo también.
-Pero...¿tú no me dejarás nunca? ¿Verdad?
-Por supuesto que no mi vida, por supuesto que no.


Mentira.

Poco a poco, la felicidad y los sueños de Violette, fueron desquebrajándose poco a poco. Se rompían, se deshacían como un leve sueño, se convertían en horribles pesadillas de las que a veces...No había simplemente escapatoria. La situación familiar de los Ackerley, estaba yendo de peor en peor. Nuevo trabajo que Stewart recibía, nuevo trabajo que volvía a perder con facilidad por su incompetencia. Tampoco dejaba salir a ningún lado a Mandy, le había quitado todas sus pertenencias e incluso, su varita. Sin la varita, a Mandy ya no le resultaba tan fácil y preciso controlar los ataques de su marido. Después Stewart cogía a Violette, la cual había empezado a ser algo más consciente de sus poderes, y le regañaba y repudiaba arguentando, que si volvía a hacer un solo conjuro o cosa rara, le haría cosas feas. Y todo ello, quedaba grabado después en la pobre Mandy que poco a poco, iba perdiendo a grandes cantidades la esperanza, la ilusión de vivir, todo. Ya ni siquiera, luchar por Violette resultaba coherente y por eso...tomo una decisión.

Fue un día lluvioso, Stewart había salido a pasar un tiempo al bar de la esquina de siempre, llevándose los últimos fajos de dolares que quedaban en el tarro del dinero, dejándolas una vez más sin blanca. Violette venía extrañamente por una vez contenta del colegio. A pesar de que ya no podía hacer sus trucos con tanta libertad como antes, no le importaba. Aquel día su profesora les había dicho que hicieran una redacción de la persona que más querían en el mundo. Y como no. Violette escribió con todo el entusiasmo y vigor del mundo a su madre. Muchos niños se burlaron de su redacción, diciendo que era demasiado siempre y predecible, pero a ella no le importaba en absoluto, era algo por lo que había trabajado y había querido hacer, con ganas. Por lo que nuestra pequeña niña, se dirigió corriendo a casa, con una sonrisa en los labios y los ojos brillantes de la expectación por saber que cara pondría su madre.

Cual fue su sorpresa, al encontrarse a su adorada madre colgada del techo, con los ojos cerrados y una fina pero clara sonrisa en el rostro.

La había mentido, la había dejado en el infierno.

Al ya no estar su mujer, Roderick tenía que buscar otras formas de canalizar aquel odio y desprecio, ¿y qué mejor que hacerlo con la sustituta nueva para lo golpes? La convirtió en su chacha, en su criada, en todo menos en su única hija. Violette lo hacía todo en casa, la comida, planchar, lavar, limpiar...Tuvo que buscarse también hasta un trabajo de media-jornada para poder pagar el alquiler, la luz y el agua y sobretodo...tuvo que decir adiós a algo que amaba, la magia. Para más inri, su padre volvió cualquier rastro de su madre, sus fotos, su ropa, sus objetos más personales e incluso, su varita. Mandy había desaparecido para la vida de ambos, para siempre. Por eso Violette maduro antes que muchos otros niños, porque le otorgaron tantas cosas, tantas dificultades a las que tuvo que enfrentarse ella sola, sin ayuda de nadie. Violette aguanto todo aquello, hasta su décimo cumpleaños, donde Dios por fin decidió castigar a su odiado padre. Roderick atraco un super-mercado pequeño de la zona, pero fue lo suficientemente grave para que los de servicios sociales decidieran llevarsela de allí. Y así lo hicieron, se llevaron de Londres a Bristol, más concretamente el pueblecito donde habían nacido su madre y su adorada tía Paulette.

-Violette, ¿qué te pasa?
-Es que...pensaba que estabas enfadada.
-¿Enfadada? ¿Y eso por qué mi vida?
-Porque he derramado todo el jugo de Calabaza en la moqueta y, y no sé hacer nada de simple de magia y he oído las cosas feas que te dicen la gente por mi culpa y...
-Violette, me voy a enfadar si sigues diciendo todas esas tonterías. Anda, vamos a Florean Fortescue a comernos una buena tarrina de helados, ¡me han dicho que tienen esencia de Guayaba!

Nuestra joven amiga tuvo una infancia más normal y todo gracias a la ayuda de su tía. Paulette desgraciadamente era estéril y no había encontrado a la persona adecuada para permanecer a su lado, aparte no se llevaba demasiado bien con el resto de su familia pero cuando Violette llego... Le llenó la vida con más ilusión y alegría. No solo la trataba como su sobrina, para ella la pequeña ya era oficialmente su "hijita" dijeran lo que dijeran los demás brujos y brujas, no le importaba en absoluto. Ella creía firmemente que Violette era un regalo recién caído del cielo y que tenía una suerte enorme al poseerlo. Poco a poco, consiguió curar levemente el corazón de la pequeña, haciéndole ver que la magia y aquel nuevo mundo no era tan malo como le había hecho creer el idiota de su padre. A pesar de que tampoco tuviera muchos amigos y le costaba integrarse, se sentía mucho mejor de lo que se había sentido en sus años anteriores. Pensó que aquel lugar, era un lugar perfecto, podría empezar una nueva vida. Sin tener que preocuparse en esto o aquello, tan solo tenía que vivir y respirar y...ya está. Se lo agradeció más de mil veces todo aquello a su tía Paulette, que extrañamente hiciera que volviera a sentir pasión por el don especial que recorría sus venas y se atreviera a volver empezar de nuevo. Hacía que una parte de su ser se sintiera mejor consigo misma. Le llenaba de felicidad, de orgullo, de satisfacción, de cosas que pensaba que jamás volvería a sentir y por eso, intentaba siempre mejorar y mejorar, para que todos vieran que la niña que se escondía y encogía ante los demás, ahora era toda una mujer.

-¡Violette! ¡Ven, mira lo que te han traído!
-Tía Paulette, ¿qué pasa? ¿qué ocurre? No me asustes, por favor.
-Cariño, estoy tan orgullosa de ti. ¿Ves esto? ¿Lo ves? ¡Es la carta para ir a Hogwarts!
-Y-y-yo... Tía Paulette, no sé que decir. ¿Y si no doy la talla? Seguro que soy un total desastre, no pegaré para nada ahí, te lo digo yo.
-No digas bobadas cariño, te lo mereces. Recuerda, ¡demuestra lo que podemos hacer las mujeres Brocklehurst!


Si Violette se había quedado fascinada tan solo de ver el mundo mágico y todo lo que le rodeaba, ya os podréis imaginar como se puso cuando vio el enorme castillo de piedra aparecer delante de sus narices mientras que iba a en las balsas. Todo era tan perfecto y maravilloso, ¡dichosas las veces que se tuvo que pellizcar para comprobar si en verdad todo eso era real! Y cuando ya lo observo y comprobó todo por dentro, fue todavía mejor. Cuando se acercó al sombrero se puso muy tensa y asustada, ya que en verdad no tenía ni idea de a que casa le mandarían y si sería lo suficientemente buena y les dejará en buen lugar. Tras unos minutos el Sombrero Seleccionador habló y decidió ponerla en Ravenclaw, cosa que en verdad le gustó y agradeció. Vitoreada por los aplausos de sus demás compañeros, se encamino a su mesa donde una prefecta mayor le cogió cariño y le enseño de manera contenta, todos los secretos del castillo.

Con el trascurso de los días Violette fue comprendiendo mejor el sistema del colegio y ya empezaba a gustarle el lugar, aparte de que se iba adaptando. Todas las semanas escribía a su tía cartas, en las que le relataba lo contenta y feliz que estaba, aparte de los grandes conocimientos que estaba aprendiendo. De hecho, en poco tiempo conoció a la que es su mejor amiga en la actualidad que es Mérope. Ambas jóvenes y del mismo curso, siguen estando juntas e inseparables como en el día en que se conocieron. Actualmente Violette cursa sexto curso en el colegio, sigue estudiando y esforzándose en que todas sus notas sean sumamente perfectas.


Ficha de Violette H. Ackerley. Travesurarealizada





Violette H. Ackerley
Violette H. Ackerley

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