Casting Rose J. Weasley.

Nombre completo del personaje:Rose Jane Weasley Granger

¿Por qué quieres éste personaje?: Simple: Siempre he manejado a Lily Potter, nunca a Rosie, y amo a Rose. Hermione siempre fue uno de mis personajes favoritos, por lo que la idea de manejar a su hija me resulta muy tentadora. Ademas me gusta su personalidad, es bastante parecida a mí en muchos aspectos, y es Ravenclaw, mi casa favorita. .Me interesa todo Rose. Y bueno, basicamente eso, que podría extenderme y no acabar nunca.

¿Lo has sido antes alguna vez? Siendo sincera, nop. Siempre estaba ocupada.

Rol de prueba: {Recuerda, no menos de 20 líneas.}

No era difícil encontrar a una pelirroja yendo y viniendo desde cualquier clase a la Bibloteca. Por si os interesa, la pelirroja en cuestión es Rose Weasley, hija de Ron Weasley y Hermione Granger, y parece haber heredado la inteligencia de su madre porque pertenece a Ravenclaw. La pelirroja se pasaba la mitad de su tiempo leyendo, estudiando o intentando hacer entrar en razón a sus primos bromistas y no era algo que le molestara. Bueno, la verdad era que Rose había participado de alguna que otra broma en la cual la familia había actuado toda junta pero… ¡Eso no era lo importante! El hecho era que ahora Rose estaba yendo a la bibloteca para hacer un trabajo de Historia de la Magia antes de la cena y adelantar los otros deberes si tenía tiempo. El primer trabajo que nombramos lo tenía que tener listo para el día siguiente por lo que quería terminarlo en la Bibloteca, donde podía consultar los libros que quisiera, porque la Bibliotecaria siempre se los daba. Sabía perfectamente que Rose cuidaba los libros, por lo que la pelirroja podía usar cuantos quisiera sin que la mujer la mirase con desconfianza. El hecho importante es que Rose estaba yendo a la Bibloteca para poder acabar el trabajo en un lugar tranquilo y con silencio, porque muchas veces la sala común de Ravenclaw no era la perfecta, sobre todo si algún que otro de los alumnos más revoltosos estaban haciendo de las suyas. Estaba a menos de un piso de distancia de su destino cuando resonó por el corredor una voz de hombre, llamándola a ella.

-¡Hey, Weasley!-gritó un Slytherin, pero la pelirroja hizo como si no lo hubiera escuchado. Odiaba a ese chico, la sacaba de sus casillas, pero al mismo tiempo tenía algo... "Basta" se dijo firme Rose, porque si seguía pensando esas cosas, quien sabía en que podía terminar sus pensamientos. Recordó lo que le había dicho su padre al comenzar su estancia en Hogwarts: "No te cases con un sangre pura, Rose, o el abuelo Weasley nunca te lo perdonará" o algo por el estilo. Justamente por eso, tenía que dejar de pensar en el rubio que ocupaba sus pensamientos más veces de las cuales ella hubiera reconocido-¡Weasley, no me ignores!

Y de la nada, frente a ella apareció Scorpius Malfoy, el Slytherin que la sacaba de sus casillas como nadie. Rose le envió una mirada envenenada, tratando de rodeadrlo para poder pasar e ir finalmente a la Bibloteca, pero parecía como si el chico no se fuera a mover y aquello exasperó más a la pelirroja, que ya de por sí tenía prisa desde antes de encontrar al condenado Slytherin. Volvió a tratar de rodearlo, evitándolo, pero él se puso frente a ella de nuevo, con una mirada divertida y una sonrisa arrogante y sarcástica.

-Malfoy, muévete de aquí. Desaparece-Rose era una muchacha simpática y caía bien a todo Hogwarts, pero su lado sarcástico y un tanto cruel podía salir a luz rápidamente si la provocaban. Extrañamente, Scorpius tenía un don para hacer que eso pasara, por lo que a menudo se podía ver a ambos discutiendo por los pasillos de Hogwarts: Scorpius con una sonrisa divertida, moletándola y metiendo pulla tras pullas y Rose tirándole frases hirientes para que la dejase en paz, sin dejar de rodar los ojos fastidiada. Muchos veían aquello como algo normal y cotidiano (Y muy a pesar de la pelirroja, se estaba convirtiendo en algo así), otros como una diversión y a otros simplemente les daba igual.

-También podrías pedírmelo por favor...-dijo él, arrastrando un tanto las palabras como hacía su padre en su juventud. Rose alzó las cejas, mirándolo incrédula. ¿Por quién la tomaba? Bien, no, ella no suplicaba ni rogaba. ¡Era una Weasley, por dios! Y una de las orgullosas, por cierto.

-Y también podría tirarme de la Torre de Astronomía. No sé, ¿lo ves posible?-preguntó con impaciencia la pelirroja. El chico cerró los ojos un instante mientras tomaba aire y abría la boca para responderle, pero en ese momento Rose se escabulló, caminando rápido para evitar que el rubio le diese alcanze. Cuando Scorpous abrió los ojos, un segundo después, Rose ya se había alejado varios pasos y el chico estaba mirando un lugar vacío con aire solamente, donde antes había estado Weasley.

Nunca se casnaba de molestarla y perseguirla, y Rose lo sabía y en parte no sabía si quería que parase. En cierto modo, sabía que se sentiría extrañamente rara si no tenía a alguien llamado Malfoy con quien discutir, pero al mismo tiempo no quería otra cosa que no fuera desaparecer cuando lo veía. Era molesto, pero al mismo tiempo, lo necesitaba. Oh, no. ¿Qué acababa de pensar? Rose sacudió su cabeza, haciendo que su cabello pelirrojo se sacudiese bruscamente, intentnado que así los malos pensamientos se alejaran también. "Si papá leyera las mentes, yo estaría en un grave peligro" pensó antes de entrar a la Bibloteca y hacerle una seña a Malfoy para que despareciera. Este la miró y se dio media vuelta, pero no sin antes decirle con los labios algo que, estaba segura, significaba que la buscaría para molestarla más tarde.